Whitley Strieber es un escritor estadounidense autor de novelas de terror como The Wolfen y El Ansia. Uno de sus libros, Comunión, basa su trama en la perspectiva suya como víctima de abducción por parte de extraterrestres. En The Grays, escrita en 2006, este hombre vuelve a usar su experiencia con seres de otro planeta para darle forma a esa novela en particular que hizo mucho ruido.
Relatos como el de Whitley Strieber o Travis Walton, el talador de árboles que a mediados de los 70 aseguró haber sido abducido por extraterrestres que lo devolvieron a la Tierra 5 días después, nos hacen pensar que el estudio de este fenómeno es mucho más profundo que la cacería de una imagen nítida de una nave espacial en nuestros cielos. Estas personas dan cuenta de eventos traumáticos y se exponen a la hora de contar su verdad en un contexto donde van a ser estigmatizados.
También nos desafía proponiéndonos un ejercicio especulativo a los entusiastas de la ufología ya que muchos suponen que las naves que estamos detectando en nuestros cielos, como por ejemplo el TIC TAC detectado por la Marina de Estados Unidos, en realidad son drones provenientes de otros mundos. Si ese es el caso, qué pasa con los relatos de encuentros con extraterrestres biológicos. ¿Pueden estas dos versiones coexistir?
Así se contactan los extraterrestres con humanos
En ese contexto Whitley Strieber le contestó a Jeremy Corbell en Weaponized cuál es la diferencia fundamental entre abducidos, experimentadores y contactados. Los primeros dos son muy similares, incluso los experimentadores pueden iniciar su camino en estos encuentros con alienígenas siendo abducidos por primera vez. Un contactado, por otra parte, no necesariamente tiene un encuentro físico con extraterrestres y hasta puede llegar a ver estas experiencias como algo positivo dada la naturaleza espiritual de estas personas.
Respecto de las naves que probablemente son pilotadas por sistemas artificiales y no entidades biológicas son los rendimientos de estos vehículos los que nos hacen suponer a nosotros, y personas mucho más capacitadas, que este es el caso. Estos ovnis pueden soportar fuerzas G mucho más altas que las que podría tolerar cualquier ser vivo en su cabina. Además, hacen maniobras que atentarían contra el físico de un ser biológico a su mando. ¿Esto descarta la posibilidad de que seres extraterrestres nos visiten? ¡Claro que no! Incluso podemos darle credibilidad a muchos relatos de abducidos como Strieber y Walton hasta que se demuestre si dicen la verdad o mienten.