3I/Atlas es el tercer objeto interestelar en llegar a nuestro Sistema Solar y el segundo en su tipo en ser señalado por el astrofísico de Harvard, Avi Loeb, como potencialmente “artificial”, en otras palabras, sería la confirmación de que hay otra civilización inteligente en el cosmos que logró dominar el viaje espacial. No obstante, hay que ser cautos porque el fenómeno muestra muchas características extrañas, pero los expertos de la NASA se las atribuyen a que su origen está situado en otra parte del universo con condiciones muy diferentes a las que tenemos en este vecindario intergaláctico.

Avi Loeb basó su teoría de que 3I/Atlas podría ser artificial en diferentes cualidades del objeto, como la trayectoria que lo lleva a atravesar nuestro Sistema Solar de una manera poco probable para las matemáticas, su aceleración no gravitacional, una anti-cola que apareció en dirección contraria al Sol, su extraña composición química, así como también erupciones de su núcleo nunca antes vistas en un cometa. Está claro que estamos frente a una anomalía, pero esto no significa que sea una nave extraterrestre. ¡Debemos ser cautos!
Sí, en Alien Detected elegimos la cautela cuando se trata de 3I/Atlas, pero estamos al tanto de las últimas novedades acerca del fenómeno. Una de estas está ligada a la cola del cometa, que recientemente fue captada por el telescopio Gemini North de Hawái, donde quedó en evidencia que hubo un cambio sustancial en ese elemento del objeto ya que su color pasó a ser de una tonalidad verdosa que antes no tenía.
¿Qué pasó con la cola de 3I/Atlas?
La explicación de esta modificación en 3I/Atlas responde a su química. El calentamiento que experimentó el fenómeno cuando se acercó al Sol liberó nuevas moléculas atrapadas en el hielo del núcleo, algunas de ellas de carbono diatómico, una sustancia muy reactiva que emite luz verde cuando es bombardeada por la radiación solar. En otras palabras, el cometa no se “pintó” de verde, sino que mostró su química. Esta química pertenece a un entorno formado alrededor de una estrella muy lejana a la de nuestro Sistema Solar.
La visita de 3I/Atlas puede que no resuelva el misterio de la vida extraterrestre como le gustaría a Avi Loeb, no obstante, es cierto que ver los distintos cambios y características del cometa nos ayudan a entender cómo es el espacio profundo en una parte muy lejana a la de nuestro vecindario cósmico. De esta forma los expertos no deben perder de vista al objeto, y si verdaderamente resulta ser una anomalía que va más allá de lo que plantea la NASA, es obligación de aquellos que confirmen la teoría del astrofísico de Harvard compartir sus conclusiones con el mundo entero.
