De 2017 a esta parte la ufología está viviendo un gran momento gracias a distintos hechos que están sirviendo para terminar con el estigma de esta disciplina que busca dar con la explicación racional detrás del fenómeno extraterrestre. Los videos de la Marina de Estados Unidos que captaron extraños ovnis en acción, compartidos hace más de 5 años, junto con la creación de AARO, la entidad que busca estudiar a los UAPs en Norteamérica y el testimonio del ex agente de inteligencia David Grusch sumado al de otros testigos ex militares ponen en el foco de atención esta cuestión.
Desde hace años que la ufología viene haciendo fuerza para ser tomada en serio. Casos como el de Roswell, donde un plato volador se habría estrellado en un rancho de esa localidad estadounidense, así como también la abducción de Travis Walton y hasta las declaraciones a la prensa de Bob Lazar, un físico que denunció que en una base cercana al Área 51 le practican ingeniería inversa a naves de otro planeta, sirvieron para encender la mecha en el interés público sobre el fenómeno extraterrestre y son los teóricos de esta temática quienes tienen la obligación de llevarla a la opinión pública de la mejor manera posible.
¿Qué significa esto? La ufología debe trabajar muy de cerca con la ciencia tradicional. Sus representantes deben apoyarse en aquello que puede ser comprobado mediante el trabajo de la ciencia, pero al mismo tiempo estos hombres y mujeres pueden permitirse usar su imaginación para volar más alto y darse la oportunidad de producir hipótesis factibles en cuanto a ovnis y extraterrestres. Son los ufólogos quienes pueden dar los primeros pasos en la necesaria divulgación a la que pareciera que estamos llegando irremediablemente, especialmente después de la audiencia en el senado norteamericano sobre estos temas.
El trabajo de la ufología
La ufología tiene que estar en un lugar estratégico entre la ciencia, los medios de comunicación y la política. Su rol es el de ventilar el fenómeno extraterrestre. Hacerlo público. Pero debe respetar ciertos límites para no quedar en ridículo. Todavía muchas personas ven la cuestión de los ovnis de reojo y aquellos que operan desde las sombras para mantener el secretismo lo saben y usan esto a su favor. El ufólogo debe obrar con mucho cuidado, sabiendo que cada palabra escrita y dicha puede ser usada en su contra, de la misma manera que ocurre con el sospechoso de un crimen.
Es desde la ufología que se intenta contestar la pregunta “¿estamos solos en el universo?” con todos los recursos posibles incluyendo aquello que la ciencia descubre como también los testimonios de las personas que se abren a la hora de hablar del fenómeno extraterrestre además del vínculo que hay entre las noticias sobre este tema y aquello que esta disciplina, a la que muchos engrandecen con su tarea, sospecha que puede ser cierto. ¡Todos estos ingredientes nos llevan a pensar que hoy más que nunca los ufólogos son necesarios y deben ser parte de la divulgación!