Ovnis y promesas presidenciales

Son muchas las personas que quieren conocer en detalle qué sabe el gobierno de Estados Unidos sobre los ovnis. Hasta ahora no hay una explicación certera acerca de los objetos anómalos que aparecen en los cielos y las aguas no sólo de Norteamérica sino del mundo entero. En ese contexto la Teoría Extraterrestre cobra fuerza y la política se hace eco de una necesidad por esclarecer estos hechos.

El martes 5 de noviembre tendrán lugar las elecciones presidenciales en Estados Unidos donde se presentarán para ese cargo Donald J. Trump y Kamala Harris. Recientemente se bajó de la contienda el actual Jefe de Estado Joe Biden que tiene una mala imagen en el electorado por su avanzada edad y una serie de situaciones incómodas que vivió hace poco. La cuestión de los ovnis juega un pequeño rol en un proceso electoral donde cada detalle cuenta.

De un tiempo a esta parte los entusiastas de la ufología quieren que algún presidente de Estados Unidos revele lo que ese país sabe sobre ovnis. George Bush padre, que además de Jefe de Estado fue director de la CIA, sostuvo que la gente no está lista para esa información. Barak Obama dijo que preguntó por los extraterrestres cuando llegó a la Oficina Oval, pero recibió negativas, aunque señaló que hay algo en el cielo de origen desconocido.

El presidente no puede hablar de ovnis

En realidad, esa afirmación no es 100% verdadera. El presidente puede dar su opinión sobre este tema, pero no puede desclasificar archivos secretos referidos a ovnis porque están protegidos por la Ley de Energía Atómica y ni siquiera los presidentes tienen la potestad de anular esa legislación. Por este motivo es que un esfuerzo bipartidista trabaja actualmente por la Ley de Divulgación UAP para darle transparencia al fenómeno ovni.

Ovnis
Ovni en la Casa Blanca (IA Bing)

Entonces las promesas de los candidatos a presidentes que dicen que van a revelar todo lo que Estados Unidos sabe de ovnis son, en realidad, mentiras. Los documentos clasificados como FRD no pueden ser desclasificados por el presidente, sino que deben pasar por un proceso en el que los secretarios de Energía y Defensa determinan si esa designación puede ser removida según especificó el Departamento de Justicia. Como verán, ni el hombre más poderoso del planeta puede sobrepasar el alcance de la burocracia y las restricciones en este sentido.