Los ovnis son tema de conversación desde 1947 con el Caso Roswell que popularizó los platillos voladores a partir de la caída de uno de estos elementos en un rancho de esa localidad norteamericana. Por lo menos esa es la historia que todos conocemos. Con el paso del tiempo hubo distintos casos que fueron agrandando el mito como las abducciones denunciadas a partir de la década de los 60 o Bob Lazar y su testimonio acerca de los programas de ingeniería inversa practicados a estos objetos en una base cercana al Área 51 a fines de los 80.
El fenómeno extraterrestre continuó creciendo con sospechas de casos en Latinoamérica como lo que ocurrió en Varginha, Brasil, con el avistamiento en 1996 de un objeto anómalo y la captura de una entidad de otro mundo por parte del ejército del país carioca. Esto no fue el final del camino para lo que parece ser un verdadero tsunami de noticias. En 2017 se filtraron los videos GO FAST, GIMBAL y NIMITZ donde pilotos militares norteamericanos avistaron ovnis que tenían características inexplicables.
Llegamos a testimonios como los de ex agentes de inteligencia dispuestos a trabajar a favor de la divulgación controlada del fenómeno extraterrestre. ¿Protagonistas? Lue Elizondo y principalmente David Grusch. Este último incluso llegó a denunciar en el Congreso de Estados Unidos programas de ingeniería inversa practicados a ovnis en el país del norte. Resta contestar la pregunta más obvia: ¿Son los objetos voladores no identificados naves extraterrestres que están visitando el planeta Tierra?
¿Los ovnis son reales?
La explicación extraterrestre puede sonar bastante inverosímil para algunas personas dado que todavía no hay pruebas irrefutables más allá de los últimos videos militares con ovnis en el centro de la escena que se están filtrando en la prensa norteamericana. Entonces, ¿una psicosis a nivel mundial sobre estos temas no es igualmente improbable? Digamos que hay diez avistamientos y siete son explicados científicamente como cuestiones normales, quedan tres que son un misterio de los cuáles alguno puede ser parte de este fenómeno.
Asimismo, está la cuestión de la tecnología avanzada que tienen gobiernos como el de Estados Unidos, Rusia o China. Estamos hablando de prototipos y aeronaves que probablemente desafíen lo que sabemos hasta el momento sobre aerodinámica y propulsión. Estos aviones de combate pueden llegar a confundir a los testigos que bien pueden convencerse de que son ovnis de otro planeta cuando en realidad son el resultado del trabajo de equipos científicos y de ingeniería que desarrollaron estos cazas. ¿Vos qué pensás?