Lue Elizondo es un ex agente de contrainteligencia que estuvo a cargo del Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas (AATIP). Su trabajo incluía investigar avistamientos de ovnis y una vez que renunció decidió compartir con el público aquello que podía revelar sin poner en riesgo la seguridad nacional ni romper leyes asociadas a cuestiones restringidas.
Según el Departamento de Defensa el programa AATIP finalizó en 2012 después de cinco años de duración, pero Elizondo dice que trabajó con oficiales de la Marina y la CIA en este esfuerzo por entender a los ovnis hasta 2017 cuando renunció por el excesivo secretismo y la oposición interna que encontró. “Subestimar o ignorar estas potenciales amenazas no está en el mejor interés del Departamento, no importa el nivel de contención política”, señaló Elizondo.
Recientemente Lue Elizondo reveló en una entrevista que el Pentágono tuvo que admitir, gracias al Acta de Libertad de Información, la existencia de un E-Mail donde el ex director de AATIP transfería el liderazgo del programa a otro miembro senior respaldado por la Oficina del Secretario de Defensa probando de esta forma todo lo que Elizondo viene declarando hace años sobre su cargo como investigador de ovnis en Estados Unidos.
Amenazas por la investigación de ovnis
“Para agregar insulto al daño ayer me notificaron que podría haber amenazas en mi contra y de otros informantes asociados al esfuerzo anterior del gobierno por estudiar a los ovnis. Quiero aclararle al público americano: no soy propenso a accidentes, no soy suicida, no consumo drogas ni tengo actividades ilegales. Si algo le pasa a mi familia o a mí ustedes saben qué sucedió”, advirtió Elizondo.
De confirmarse la amenaza a Lue Elizondo, que hasta el momento sólo es culpable de intentar explicar el fenómeno ovni a la sociedad, estaríamos hablando de una escalada alarmante. El Pentágono primero intentó desmentir la participación del ex oficial de inteligencia como director del proyecto AATIP pero gracias al Acta de Libertad de Información tuvo que admitir la verdad. Ahora miembros de “ese departamento”, como señala Lue, lo amenazaron. ¡Increíble!