Michael Schratt es un piloto e historiador de la aviación experto en ovnis. Investigó encuentros con objetos anómalos durante más de 25 años y revisó más de 50.000 casos individuales. Es voz autorizada a la hora de referirse a este fenómeno que poco a poco pierde su estigma para ganar trascendencia en la opinión pública. El autor además tiene una idea acabada sobre cuáles son las dificultades que enfrentan aquellos que estudian un ovni recuperado.
Los casos de recuperación de ovnis que Michael Schratt analiza en esta oportunidad provienen del libro de Leonard Stringfield Ufo Crash Retrievals: The Complete Investigation Status Reports I-VII. Ciertamente en más de una ocasión se reconoció la problemática que significa ingresar en un ovni para aquellas personas que intentan estudiarlos con el objetivo de practicar ingeniería inversa a estos objetos. Schratt hace un relevamiento sobre los distintos métodos utilizados con el fin de entrar en los vehículos extraterrestres.
La primera metodología con la que se intentó ingresar en los ovnis recuperados fue hacer uso de brocos con punta de diamante, que son increíblemente efectivas para taladrar incluso los materiales más solidos conocidos por el hombre. No obstante, las naves extraterrestres probaron ser demasiado duras para estas herramientas obligando a los investigadores a pensar en otras maneras para alcanzar el objetivo tan deseado de entrar en estos vehículos avanzados.
Los ovnis son difíciles de abrir
Luego los ovnis fueron sometidos a sopletes de corte de acetileno que también son una metodología eficaz a la hora de atravesar materiales increíblemente resistentes. Lamentablemente esto también fracasó obligando a los investigadores a utilizar su creatividad nuevamente. Entonces se volcaron por el láser para penetrar la dura superficie de las naves. Nada. Poco a poco las expectativas a la hora de investigar los objetos anómalos iban decayendo sin embargo había una sorpresa aguardándolos.
La inmersión de los ovnis en nitrógeno líquido permitió el ingreso a estos objetos resistentes dándole a los investigadores la posibilidad de trabajar en los vehículos extraterrestres. Además, se sumó otra metodología, descrita por Philip Corso, el ex militar norteamericano que denunció cómo Estados Unidos obtuvo distintas tecnologías a partir de la nave recuperada en el Caso Roswell. Él dijo que aplicando ciertas frecuencias a la superficie de los vehículos se puede acceder a los mismos. ¿Qué tal?