En la primavera norteamericana de 1953 en la frontera estatal de Arizona testigos dijeron haber visto una flota de ocho ovnis involucrados en lo que parecía ser un combate aéreo. Lo curioso es que en el mismo período de tiempo la Comisión de Energía Atómica desató una serie de explosiones masivas en un sitio de pruebas en Nevada bajo el nombre clave “Upshot Knothole”. ¿Hubo un vínculo entre estos eventos?
El historiador y ex curador de museo Harry Drew aseguró que tres de los ovnis protagonistas de este incidente terminaron en el suelo en las cercanías de Kingman en mayo de 1953. “Nunca pensé que encontraría al ovni de Kingman. Tampoco esperé un segundo objeto y cuando todo parecía terminado llegó la información del tercero”, relató.
Drew pasó una década investigando el caso, incluso hablando con testigos del hecho. Así fue como encontró una historia en un periódico sobre un técnico retirado del sitio de pruebas de Nevada, llamado Arthur Stansel, que en mayo de 1953 fue llevado a un lugar apartado en el desierto de Arizona para recuperar una nave experimental accidentada. No obstante, la tecnología que vio ese día no era de este mundo.
El destino de los ovnis
El historiador relató el destino de los ovnis en su libro “Siete días de mayo”. Uno quedó destruido al impactar con la ladera de una montaña de la región causando un incendio. Otro fue encontrado intacto en una zona desértica. El tercero chocó contra una colina rocosa y terminó estrellándose junto a un pequeño embalse. La seguridad militar acampó ahí hasta que el equipo de recuperación se llevó la nave a una base secreta.
Ufólogos todavía debaten sobre el motivo por el que los ovnis cayeron del cielo. ¿Fue el resultado de un combate aéreo como señalaron algunos testigos? Una teoría dice que las pruebas nucleares realizadas ese día podrían haber afectado la tecnología de estos objetos. Drew cree que la causa real fueron tres radares experimentales inmensos ubicados alrededor del pueblo. ¡Jamás tendremos esa respuesta!