Recientemente escribí un artículo sobre la astrónoma Beatriz Villarroel del Nordic Institute for Theoretical Physics, que es una de las cabezas del estudio conocido como VASCO (Vanishing & Appearing Sources during a Century of Observations), donde se analizan placas con imágenes tomadas por el Observatorio Palomar de California en la década de 1950 cuando no habían objetos creados por el hombre en el espacio exterior, dato relevante ya que de esa manera se lograría identificar “elementos transitorios” en el cielo que bien podrían ser ovnis producto de una civilización extraterrestre inteligente.
La Dra. Villarroel también investigó a Donald Menzel (1901-1976), quien fuera director del Observatorio de Harvard, porque según la astrónoma estaría vinculado a la destrucción de información relevante respecto a la identificación positiva de ovnis. Recordemos que este hombre está indicado como uno de los integrantes del grupo Majestic-12 que habría sido establecido hace décadas con el objetivo de investigar el icónico Caso Roswell.
No obstante, las evidencias apuntan a que el grupo Majestic-12 fue más allá de su propósito inicial. Integrado por importantes académicos que tuvieron la posibilidad de estudiar en detalle ovnis y evidencias de actividad extraterrestre en la Tierra, también trabajaron con la misión de desacreditar cualquier caso que apuntara a confirmar que inteligencias provenientes de otra parte de la galaxia llegaron hasta el Sistema Solar.
Los ovnis están de moda
Si bien todavía en la actualidad hay esfuerzos por desacreditar la ufología, la reciente desclasificación de documentos por parte del gobierno de Estados Unidos ha comenzado a cambiar la percepción de la opinión pública y científica sobre los ovnis con su potencial procedencia extraterrestre. Las revistas académicas, que anteriormente evitaban el tema por el estigma asociado, ahora están empezando a discutir la posibilidad de Tecnologías de Origen Alienígena con mayor seriedad.
Tal vez por eso la investigación de Villarroel es “peligrosa”. Entonces es posible que en el pasado Menzel haya ordenado la destrucción de una parte significativa de la colección de placas del Observatorio de Harvard previendo un estudio como el de la astrónoma. Esto llevó a muchos a preguntarse si fue una simple coincidencia o si realmente obedecía a órdenes del MJ-12 para eliminar cualquier evidencia que pudiera desafiar la narrativa oficial sobre los ovnis y su potencial origen extraterrestre. ¿Qué tal?