El Fenómeno Ovni se vio revolucionado cuando David Grusch contó que Estados Unidos tiene programas de ingeniería inversa practicados a naves de origen extraterrestre que poseen una tecnología mucho más avanzada que la nuestra. O por lo menos que las capacidades que la opinión pública conoce acerca de las aeronaves de guerra de última generación, como el F-22 o el F-35, y los aviones caza que están por venir. En ese contexto, los drones, con sus cualidades, se suman a los vehículos preparados para situaciones bélicas, de espionaje y demás necesidades que puedan satisfacer estos novedosos elementos.
Estados Unidos posee drones con propulsión electro gravitatoria, capacidades de sigilo y “nueva física”. China ha desarrollado tecnología similar y los ha volado sobre el espacio aéreo restringido estadounidense, penetrando múltiples zonas militares sin ser detectados. Los generales Glen VanHerck (NORAD/Northcom) y Gregory Guillot (CENTCOM) confirmaron en 60 Minutos que no pudieron rastrear ni interceptar estos elementos de origen extranjero. ¿Puede esta tecnología ser el resultado de programas de ingeniería inversa similares a los denunciados por Grusch?
Tras las incursiones de objetos voladores no identificados en Nueva Jersey ocurridas a fines de 2024, el presidente Trump afirmó que aquello que se vio en los cielos de esa parte de Estados Unidos no era otra cosa más que “drones de investigación” registrados por la FAA. El Congreso recibió la instrucción de no hacer preguntas, en nombre de la seguridad nacional. El periodista de investigación Ross Coulthart dijo al respecto: “Se utilizó el patriotismo para suprimir la supervisión”.
Las características de los drones
Los drones chinos que incursionaron en el espacio aéreo estadounidense no eran de aficionados. Algunos eran del tamaño de una camioneta y sobrevolaron instalaciones nucleares, depósitos de armas, así como también suburbios. Los radares no pudieron detectarlos. La Fuerza Aérea continúa sin decirle al Congreso todo lo que sabe al respecto, más teniendo en cuenta que Estados Unidos tiene acceso a esa clase de tecnología de última generación de la que no se conoce su origen.

Así las cosas, fuentes del Congreso confirmaron que el FBI ha iniciado una investigación criminal sobre las incursiones con drones/ovnis y está en contacto activo con individuos que tienen o podrían conocer a personas con conocimiento directo sobre drones avanzados o programas de ingeniería inversa. Hay una nueva legislación redactada que otorgará autoridad directa al bureau y asignará un presupuesto anual para las investigaciones de recuperación de objetos voladores no identificados. Por último, y no menos importante, se evitará la obstrucción del Departamento de Defensa en estas cuestiones. ¿Qué tal?