SETI es el programa norteamericano conocido como Search for Extra Terrestrial Intelligence que escucha mediante radiotelescopios de avanzada la vastedad del espacio exterior en búsqueda de señales de vida inteligente fuera del planeta. El 15 de agosto de 1977 a las 23:16 el radiotelescopio Big Ear captó una señal de origen desconocido que duró 72 segundos proveniente de la zona oriental de la Constelación Sagitario con una intensidad 30 veces más fuerte que la del ruido de fondo. Un verdadero ¡Wow!
El protocolo frente a estas situaciones es registrar mediante la computadora del observatorio en un papel continuo, que sirve a esos efectos, la señal en cuestión. Pasaron unos días hasta que el profesor de la Universidad Estatal de Ohio Jerry R. Ehman, que trabajaba como voluntario en SETI, descubriera la señala anómala que es la más intensa jamás detectada hasta el momento por un radiotelescopio.
La señal ¡Wow! fue toda una sorpresa
Entonces el profesor anotó al costado del papel continuo la palabra ¡Wow!, que sería, desde ese momento, la manera en la que esta misteriosa señal pasó a ser conocida primero en los círculos que estaban al tanto del hecho, para luego, ganar popularidad en la opinión pública en general. De esta manera muchos especularon sobre el origen extraterrestre de esta frecuencia que podría indicar, de una vez por todas, la existencia de vida inteligente fuera del planeta Tierra y darle sentido de esa forma al fenómeno OVNI.
¿La señal ¡Wow! es un intento extraterrestre de ponerse en contacto con la humanidad? De ser así estaríamos frente a uno de los grandes momentos de la ufología teniendo en cuenta que un programa tan serio y respetado como el SETI es el responsable de capturar este mensaje desde los confines del universo, que no se repitió, pero ciertamente dejó una pregunta inconclusa entre todos los que siguen atentamente el fenómeno extraterrestre. Claro, la idea de que aliens estén intentando comunicarse desde otro lugar del universo resulta extremadamente atractiva además de procurar la necesidad de que nuestros científicos resuelvan este misterio.