Extraterrestres y TRAPPIST-1

TRAPPIST-1 es un sistema con siete planetas que tienen, cada uno de ellos, un tamaño similar al de la Tierra. Además, estos cuerpos se encuentran en la zona habitable de su estrella madre, con temperaturas que no mantienen el agua congelada ni la evaporan. Esta región está a 41 años luz del Sistema Solar y despierta sospechas sobre la posibilidad de que ahí se encuentren extraterrestres teniendo en cuenta las características del lugar.

Si bien astrobiólogos y físicos no están convencidos de que existan extraterrestres en TRAPPIST-1, las organizaciones que se dedican a buscar civilizaciones inteligentes mantienen un gran interés en este sistema planetario por eso le dedican grandes recursos al estudio de este rincón en la vastedad del espacio exterior. Ese es el caso de SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence).

Buscando extraterrestres en TRAPPIST-1, SETI utilizó el gran poder del Allen Telescope Array (ATA) para estudiar señales de radio provenientes de dos planetas ubicados en ese sistema. El gran esfuerzo duró unas 28 horas donde lograron filtrar millones de señales hasta quedarse con 11.000 candidatas sospechosas que podrían dar cuenta de actividad alienígena en esa región del universo.

Extraterrestres y tecnofirmas

La tecnología de comunicaciones más rudimentaria hace uso de ondas de radio para enviar información motivo por el cual muchos suponen que una civilización avanzada emitiría esta clase de ruido en el espacio exterior que puede ser rastreado por radiotelescopios terrestres. El problema es que estas tecnofirmas también ocurren de manera natural por lo que es tarea de SETI y otras organizaciones identificar aquellas que pueden ser artificiales.

Extraterrestres
Alien en TRAPPIST-1 (IA Bing)

Nick Tusay es uno de los científicos que busca extraterrestres en TRAPPIST-1 y sostuvo: “Esta investigación muestra que nos estamos acercando a la detección de señales de radio similares a las que enviamos al espacio. La mayoría de las búsquedas asumen alguna intención, como las balizas, porque nuestros receptores tienen un límite de sensibilidad a una potencia mínima del transmisor más allá de lo que enviamos involuntariamente”. No obstante, el experto se mostró entusiasmado con mejores tecnologías como la Square Kilometer Array para seguir buscando. ¡Interesante!