Extraterrestres y la sonda Voyager I

La sonda Voyager I es uno de los módulos que más lejos llegó desde el inicio de la exploración espacial. Fue lanzada en 1977 con el objetivo de hacer un reconocimiento del Sistema Solar exterior y posteriormente visitar cada planeta para luego partir hacia la vastedad del espacio. Lo cierto es que muchos sugieren que esta pieza de ingeniería podría llegar a ser nuestro embajador oficial frente a los extraterrestres.

Extraterrestres
Voyager I (CNN en Español)

Los expertos a cargo de este proyecto dotaron a la Voyager I con un disco de oro que contiene información sobre los seres humanos, la ubicación de nuestro planeta, las unidades de medida que se usan en nuestras ciencias y características atmosféricas de la Tierra que posibilitan la existencia de vida. Todo esto por si la sonda finalmente encuentra extraterrestres en su increíble viaje.

La NASA tiene una cuenta pendiente con la búsqueda de vida fuera del planeta Tierra. En ese sentido, hay varios intentos por responder la pregunta eterna: “¿Estamos solos en el universo?”. Para eso existe el programa SETI con poderosas antenas apuntando al espacio exterior monitoreando diferentes regiones en busca de señales de seres extraterrestres en el enorme universo. Además, la agencia prepara otras tres misiones para explorar el Sistema Solar buscando organismos vivos.

¿Los extraterrestres encontraron la Voyager I?

La sonda Voyager I presentó en más de una oportunidad problemas para comunicarse, pero fueron resueltos de manera exitosa. Uno de estos inconvenientes provocó que la nave emitiera un patrón en bucle de ceros y unos, incomprensible y poco útil para los operadores en la Tierra. No obstante, los expertos comenzaron a descifrar el origen de esta problemática que algunos atribuyeron a la intromisión de extraterrestres con la pieza de ingeniería.

La comunicación con la Voyager I toma unas 45 horas debido a su posición, a más de 24 mil millones de kilómetros de la Tierra. Se requieren 22.5 horas para emitir un diagnóstico y el mismo tiempo adicional para enviar una instrucción, incluso con las ondas viajando a una velocidad similar a la de la luz. Todo esto complica diagnosticar el estatus de la sonda, pero si finalmente hace contacto con extraterrestres es posible que la NASA tenga esa información en su poder en algún momento de la vida útil del dispositivo.