La búsqueda de extraterrestres es una actividad importante para una porción de la comunidad científica. ¿Estamos solos en el universo? El sentido común sugiere que hay mucha vida allá afuera, pero hasta el momento no tenemos indicios 100% concluyentes de civilizaciones habitando otro planeta. La NASA tiene una teoría interesante que busca explicar porque no detectamos a nuestros “vecinos cósmicos”.
Según un estudio de la agencia espacial publicado en Astrophysical Journal la dificultad por la que no detectamos extraterrestres es “porque sus requisitos de energía pueden ser relativamente modestos. Si su cultura, tecnología y tamaño de población no necesitan grandes cantidades de energía, no se les exigiría construir enormes estructuras de recolección de energía estelar que pudieran ser detectadas por los telescopios actuales”.
Los investigadores exploraron una alternativa donde un telescopio de próxima generación tendría la capacidad de detectar paneles solares en un exoplaneta habitado por extraterrestres. Ravi Kopparapu, de la NASA, advirtió que las civilizaciones vecinas podrían no sentirse obligadas a expandirse, alcanzando niveles sostenibles de población y energía. Esencialmente, no buscarían ir más allá de su propio Sistema Solar.
Extraterrestres y su energía
La investigación imaginó detectar paneles solares de silicio en un exoplaneta parecido a la Tierra observando la Vía Láctea con el Observatorio de Mundos Habitables, un proyecto del programa Grandes Observatorios de la NASA. Modelaron un mundo parecido al nuestro y probaron si esta tecnología podría detectar las tecnofirmas de los extraterrestres a una distancia de 30 años luz.
Los expertos concluyeron que necesitaríamos cientos de horas para detectar las tecnofirmas de los extraterrestres en las condiciones establecidas por el estudio si el 23% de la tierra de ese exoplaneta estuviera cubierta de paneles solares. Además, explicaron que sólo un 9% de superficie cubierta por estas estructuras sustentaría a 30 mil millones de humanos con un nivel de vida alto. Pensar que una cuarta parte del planeta de una civilización inteligente está cubierta de paneles solares no suena lógico suponiendo además que pueden satisfacer sus requerimientos energéticos de una manera que no conocemos y es más eficiente.