Extraterrestres: la teoría de la NASA sobre su ausencia

Cuando miramos el cielo hay miles de estrellas en el firmamento que brillan haciéndonos imaginar cuánta vida debe haber en el universo. Son millones los exoplanetas que se encuentran en zonas habitables teniendo en cuenta temperatura y agua para el desarrollo de vida biológica. Por este motivo los entusiastas de la ufología creen que los extraterrestres están allá afuera. La pregunta es: ¿Por qué no los detectamos? Hay muchas explicaciones para este cuestionamiento, y la NASA sumó un nuevo argumento.

Extraterrestres
Extraterrestre viendo el cielo nocturno (Grok)

Un importante astrofísico del Centro de Vuelo Espacial Goddard, Robin Corbet, presentó hace un mes el estudio titulado “¿Un Universo Menos Aterrador? La Mundanidad como Explicación de la Paradoja de Fermi”, donde afirma que es posible que el universo esté lleno de civilizaciones extraterrestres, pero no de sociedades súper avanzadas. En cambio, existirían civilizaciones tecnológicas como la nuestra, con serias limitaciones energéticas y físicas comparables a las que enfrentamos en este planeta al día de hoy.

Recordemos que la Paradoja de Fermi establece que el universo es infinito y existen miles de millones de estrellas sólo en nuestra galaxia, muchas con planetas en zonas habitables, por eso estadísticamente debería haber muchas civilizaciones avanzadas. No obstante, hasta ahora, no tenemos evidencia de vida inteligente más allá de la nuestra en el Sistema Solar. Este concepto fue desarrollado en 1950 por el físico Enrico Fermi.

Extraterrestres poco avanzados

Corbet sostiene que su teoría es el principio de mundanidad radical: la mayoría de los seres inteligentes no disponen de tecnología ni de recursos ilimitados. Usan radiotelescopios, sondas y transmisores parecidos a los nuestros, motivo por el cual sus intentos de comunicación seguramente sean lentos, ineficaces e incluso simplemente imperceptibles para otras civilizaciones en la vastedad del universo. En definitiva, se trata de un patio demasiado grande para los que estamos habitándolo.

En ese sentido, Corbet apuesta fuerte y dice que debe haber millones de civilizaciones inteligentes en el universo. Sostiene que muchas pueden incluso ser algo más avanzadas que nosotros, pero sin las capacidades tecnológicas como para dominar el viaje intergaláctico como hemos visto en series de ciencia ficción del calibre de Star Trek. La falta de respuesta frente a la búsqueda podría haber generado un desinterés en aquellos que están escuchando el cosmos como nosotros. La Tierra sería “un planeta más”, con modestas señales de vida y emisiones de radio pasajeras, poco interesantes para los extraterrestres.