Muchos entusiastas de la ufología estamos convencidos que los extraterrestres están entre nosotros. Sin embargo, hasta el momento no hay evidencias concluyentes más allá de algún avistamiento ovni interesante o relatos de testigos con credenciales confiables que cuentan sus experiencias con visitantes de otra parte de la galaxia. La pregunta obligada es: ¿Dónde se esconden los extraterrestres? Vamos a evaluar algunas posibilidades.
Una de las probabilidades que se popularizó entre los ufólogos es que los extraterrestres tienen bases subterráneas con entradas en algunos lugares muy puntuales en el planeta Tierra que incluyen el Cerro Uritorco en Argentina y el volcán Popocatépetl en México, por citar dos ejemplos. En esas locaciones el avistamiento de ovnis ocurre de manera regular y nos invita a pensar que algo más sucede ahí.
Los extraterrestres también podrían estar ocultos en los polos. Tanto el Polo Norte como el Polo Sur son lugares con climas muy fríos donde hay poca presencia humana por las dificultades que representa vivir ahí. Además, investigadores encontraron estructuras metálicas extrañas en estas locaciones utilizando la herramienta Google Maps, aunque por ahora no hubo una expedición a estos sitios para confirmar si se trata de entradas a una base extraterrestre secreta u ovnis en la nieve.
Extraterrestres en el océano
Sabemos que las profundidades del mar son de particular interés para los extraterrestres porque vemos mucha actividad de osnis (objetos sumergibles no identificados) que muestran la capacidad de pasar del aire al medio acuático sin mayores dificultades. Muchos teóricos sugieren que los visitantes tendrían bases subacuáticas en las profundidades de nuestros océanos que permanecen poco exploradas hasta el momento lo que las convierte en un lugar ideal para estar lejos del radar de los humanos.
Por último, hay una teoría que sugiere que los extraterrestres caminan entre nosotros camuflados con una tecnología superior que gracias a una especie de holograma hace que los veamos como si fueran humanos comunes y corrientes. Si esta alternativa es real sería muy difícil identificar a los visitantes que podrían estudiarnos desde muy cerca para alcanzar las conclusiones que están buscando sobre nuestra especie. Esta posibilidad es bastante preocupante, ¿no les parece?