El carbono es un componente esencial para toda la vida conocida en la Tierra y representa entre un 45% y un 50% de toda la biomasa seca. Es fácil que un compuesto de carbono ocurra naturalmente en nuestro planeta. Estos átomos se entrelazan con otros elementos. Especialmente oxígeno e hidrógeno, pero también nitrógeno, fósforo y azufre. En astrobiología es común suponer que los extraterrestres están basados en estas estructuras.
Esa suposición tan común es conocida como Chauvinismo de Carbono, una manera de designar a aquellas personas que asumen que los extraterrestres serán similares a la vida conocida en el planeta Tierra. Ciertamente esa es una probabilidad, pero no hay que tener la cabeza cerrada frente a otras alternativas más teniendo en cuenta que el universo siempre tiene una carta para sorprendernos.
En ese contexto la ciencia ficción apuntó su mirada al silicio como una alternativa a la hora de desarrollar vida extraterrestre. Como ocurre muchas veces la imaginación se adelanta a hechos que finalmente son plausibles y esto es lo que pasa con este elemento que está en la familia 14 de la misma manera que el previamente mencionado carbono.
¿El silicio puede formar extraterrestres?
El silicio no es un metal propiamente dicho y puede construir compuestos parecidos a enzimas, otros compuestos largos con oxígeno y tiene los cuatro enlaces básicos, lo que representa cierto grado de oportunidad en llegar a crear vida, ergo, la posibilidad de que haya extraterrestres basados en estas estructuras que en nuestro mundo hasta el día de la fecha no ocurrieron.
La Bioquímica Hipotética es la especulación sobre los distintos tipos de bioquímicas que podrían derivar en vida extraterrestre exótica que difiere radicalmente de todo lo conocido en la Tierra. Estos modelos suelen utilizar elementos distintos al carbono, como el silicio, para construir las estructuras moleculares primarias produciéndose en solventes distintos al agua. Los extraterrestres basados en estas hipótesis son bien ponderados por la ciencia ficción y un ejercicio válido para la astrobiología. ¡Interesante!