Oscar Santa María Huerta es un piloto de la Fuerza Aérea de Perú retirado que tuvo una experiencia inolvidable hace 43 años cuando se encontró en los cielos de la base militar La Joya, a 1000 km de Lima, con un ovni el 11 de abril de 1980 hecho que cambió su vida para siempre debido al enfrentamiento que protagonizó con este extraño vehículo del que en un primer momento se sospechaba que era un globo.
El piloto por aquellos tiempos tenía 23 años con rango de teniente y 8 años de experiencia volando jets de guerra como el Sukhoi-22 de origen ruso que le tocó utilizar para esta misión que parecía, en un principio, sencilla puesto que solo se trataba de volar hasta el objeto que permanecía violando el espacio aéreo de Perú lo que ciertamente resultaba una provocación para los militares.
En esa época los responsables de la base militar La Joya estaban preocupados porque tenían armamento soviético de última generación y existía la posibilidad real de que hubiera espionaje en ese sentido por lo que un globo sobrevolando las instalaciones era algo que debía investigarse sin perder el tiempo. De esta manera el piloto salió al encuentro del mencionado objeto.
Santa María no tardó en ponerse en posición de ataque y le disparó 64 proyectiles que destruirían cualquier aeronave conocida por el hombre. ¡Eso no sucedió! Ya sobre Camaná, a 84 km de La Joya, el piloto intentó nuevamente atacar al ovni pero el intruso realizó un veloz ascenso esquivando las intenciones del teniente. Santa María nunca se rindió y trató de alcanzar a la nave para volver a dispararle pero resultó imposible.
El piloto cuenta lo que vio
Justo a 19.200 mts de altura, sobrepasando las especificaciones de su avión de combate, el piloto peruano se estaba quedando sin combustible entonces pudo ver de cerca lo que todo el tiempo pensó que era un globo. La descripción de Santa María sorprende: era una especie de cúpula brillante con forma de bombilla color crema y cortada al medio. No hay nada como eso en la Tierra…
Además el objeto responde a las características que Lue Elizondo, hombre que investigó a los ovnis para el gobierno de Estados Unidos, destaca sobre los uap: no tenía alas, no tenía chorro de propulsión, tubo de escape, ventanas ni antenas. ¡Imaginen la sorpresa del piloto al encontrarse con un vehículo tan avanzado! Santa María aterrizó en La Joya y la nave permaneció en el lugar dos horas más con muchos militares testigos del hecho que debieron elevar informes contando lo que habían visto. ¿Qué tal?