Harald Malmgren fue un importante asesor durante las presidencias de Kennedy, Johnson, Nixon y Ford. El funcionario aseguró que el director adjunto de la CIA, Richard Bissell, que estuvo al frente del desarrollo y operaciones del avión espía Lockheed U-2 en la icónica Área 51, le confesó personalmente sobre la recuperación de un ovni en Magenta, Italia, en 1933, durante el régimen fascista de Mussolini. La revelación da cuenta de otro testimonio, el de David Grusch, un ex oficial de inteligencia que contó la misma historia en una recordada audiencia en el Congreso de Estados Unidos en 2023.
El Caso Magenta no es nuevo, Roberto Pinotti, presidente del Centro Nacional de Ufología (CUN) en Italia, lleva años investigando documentos que están orientados a confirmar esta versión. Los más increíbles son telegramas y memorandos fechados entre 1933 y 1936, que ordenan un silencio total sobre la caída del ovni al que describen como una aeronave de origen desconocido. Pinotti atribuye esta documentación al propio Mussolini con claras instrucciones de censura a la prensa y amenazas de arresto a quien difundiera información sobre el hecho.
El accidente ocurrió el 13 de junio de 1933, cuando un objeto volador no identificado se estrelló cerca del lago Maggiore, en la frontera entre Piamonte y Lombardía. Mussolini estaba convencido de que el ovni era un arma secreta alemana. Lo intrigante del caso fue la creación del Gabinetto RS/33, una unidad ultrasecreta liderada por el inventor Guglielmo Marconi, con la misión de investigar la aeronave caída y su tecnología potencialmente superior a todo lo que se conocía hasta ese año.
El ovni fue removido de Italia
Pinotti aseguró que el ovni estuvo en poder del régimen de Mussolini hasta 1944, cuando fue trasladado a los Estados Unidos por agentes de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), precursora de la CIA, tras la liberación aliada de Italia en la Segunda Guerra Mundial. La documentación sobre el caso detalla que la nave tenía forma de campana y medía unos diez metros. David Grusch afirmó en varias entrevistas que el Vaticano colaboró con el traslado del objeto a Estados Unidos.

Malmgren le reveló muchas cosas a su hija, la ex asesora presidencial Pippa Malmgren, que contó detalles sobre la creación de un grupo de élite denominado Majestic que tenía la misión de preservar el “secreto ovni” de la opinión pública. En ese contexto señaló que el asesinato de JFK podría haber estado vinculado a la intención del presidente de divulgar secretos del fenómeno. Recapitulando: si lo que declaró Malmgren sumado a los documentos de Pinotti y los testimonios de Grusch y otros se confirman, podríamos estar frente al verdadero punto de partida de la carrera por la tecnología alienígena y no sería Roswell, sino un hecho en la Italia de Mussolini. ¿Qué tal?