El 9 de diciembre de 1965 un objeto volador no identificado cayó en Kecksburg, Pensilvania, llamando la atención de muchísimas personas que observaron el fenómeno sin saber qué es lo que estaban viendo. Hubo descripciones que decían que el ovni en cuestión fue visto moviéndose lentamente en el cielo para luego descender bruscamente en forma de bola de fuego. Estos detalles que comentamos no son los únicos que hicieron del caso uno de los más importantes para la ufología desde lo ocurrido en Roswell en 1947.
Decenas de personas entre las que se encontraban bomberos, periodistas y el director de un noticiario de radio dijeron que esa noche hubo presencia militar y policial en el lugar del impacto del ovni con un acordonamiento de la zona donde se dio el hecho. Algunos observadores aportaron descripciones detalladas de un objeto en el suelo y posteriormente otros vieron cómo era transportado en un camión con plataforma. Kecksburg no volvería a ser igual desde entonces.
Cuando los medios de comunicación comenzaron a hacerse eco de las novedades sobre el Caso Kecksburg, la Fuerza Aérea se vio forzada a dar las primeras explicaciones pertinentes. Así, las autoridades atribuyeron los incidentes a “un meteoro de meteoros” y añadieron que “no se habían encontrado muestras de residuos espaciales, ni de naves ni de misiles”. El reportero Robert Gatty sigue convencido de que algo “descendió” en el bosque: “El ejército parece estar protegiendo algo. Cuarenta años después, ¿qué sentido tiene seguir manteniendo todo en secreto?”, sostuvo en 2005.
El Caso Kecksburg y la sonda Cosmos 96
Durante mucho tiempo se pensó que el objeto estrellado en Kecksburg era el Cosmos 96, una sonda espacial rusa que reentró en los cielos de Canadá a las 03.18 horas de la madrugada del mismo día del incidente. Nicholas L. Johnson, científico jefe para el Orbital Debris en el Johnson Space Center de la NASA, experto reconocido internacionalmente como la principal autoridad en materia de residuos orbitales, estudió esa posibilidad. Gracias a su colaboración, se pudo calcular cuándo podría haber pasado el Cosmos 96 sobre Pensilvania si hubiera estado en órbita ese día: “No hay posibilidad de que algún resto de la Cosmos 96 aterrizara en algún sitio de Pensilvania sobre las 04.45 horas”, fue la conclusión a la que llegó.

Dos expertos analizaron la zona del impacto del ovni del Caso Kecksburg años más tarde. No encontraron rastros de radiación, pero pudieron constatar que había unos árboles que presentaban daños que podrían haber sido realizados por un objeto con una trayectoria definida. Asimismo, el análisis de los anillos de crecimiento de los árboles muestra que fueron interrumpidos, justamente, en 1965. La teoría de algunos ufólogos es que ahí cayó una nave de origen extraterrestre que fue recuperada por los militares que acordonaron el área aquel 9 de diciembre para luego practicarle ingeniería inversa en una base secreta. ¡Vaya incidente!